La frase que mas he escuchado de mi mujer durante estos años es ‘la casa no es un juguete’. Y es que no os imagináis las broncas que he tenido en casa durante estos años por culpa de alguna automatización que no ha funcionado de la forma correcta o de alguna idea equivocada. Vosotros estáis leyendo estas líneas por el mismo motivo que yo las escribo: nos gusta la tecnología. Pero en casa no siempre estamos rodeados de personas con el mismo ‘apetito’ de tecnología que nosotros y, en algunos caso, la resistencia al cambio puede ser importante, por lo que hoy os quiero contar algunas automatizaciones que casi me cuestan el divorcio. Y sí, en algunas ocasiones ha fallado el dispositivo (las menos), pero en otras el problema era un error de concepto o una automatización mal configurada.