No sabéis lo nervioso que me pongo cuando veo el móvil de alguien o me lo dejan para algo y veo que hay actualizaciones pendientes de instalar. Hay gente que parece que las acumule Dios sabe con qué oscuro propósito más allá de ponerme nervioso, ¿o es que no son conscientes de la importancia de las actualizaciones del sistema operativo? Hoy vamos a hablar sobre esto y por qué deberíamos instalarlas en cuanto nos aparecen.
Existen 2 tipos de actualizaciones: la típica actualización de una aplicación donde se incluyen nuevas funcionalidades, y las actualizaciones del sistema. En ambos casos nos podemos encontrar con cambios mayores (por ejemplo, cuando pasamos de la versión 1 a la versión 2) y cambios menores (por ejemplo, cuando pasamos de la versión 1.1 a la versión 1.2). Las versiones mayores suelen incluir mejoras significativas en el sistema base, actualizaciones de seguridad, cambios en la apariencia, nuevas funcionalidades, etc. y las versiones menores suelen arreglar problemas que han detectado los usuarios una vez que la versión ya se encontraba instalada en muchos dispositivos… los programadores son unos tíos listos, pero no pueden probar todas y cada una de las combinaciones que van a darse luego en la calle, por lo que en ocasiones sale una nueva versión menor a los pocos días de haberse liberado una versión mayor.
Actualizaciones de aplicaciones:
A veces se publica una nueva versión de algunas de las aplicaciones que tenemos instaladas y nos aparece directamente la posibilidad de actualizarla. Esta actualización se puede incluso automatizar, es más, se puede automatizar para que sólo se actualicen de forma automática cuando estamos conectados a una red Wifi, por lo que casi sin darnos cuenta se actualizarán de forma automática y disfrutaremos directamente de las mejoras.
Actualizaciones del sistema:
Estas actualizaciones suponen un problema para algunos usuarios que ven que tienen que descargar un montón de megas para poder actualizar su teléfono. No obstante, siempre se incluyen actualizaciones de Seguridad, por lo que deberíamos actualizar lo antes posible. ¿Significa esto que debo descargar mediante 4G porque estoy de vacaciones los 1,5Gb que me está pidiendo mi teléfono para actualizar la versión del sistema? Pues depende de las últimas vulnerabilidades descubiertas, pero en líneas generales SÍ.
Para que os hagáis una idea, hace unas semanas se publicó una vulnerabilidad del protocolo Bluetooth llamada BlueBorne por el que un atacante podría tomar el control COMPLETO de tu teléfono, navegar por tus fotos, leer tus mensajes… sí vale, el Bluetooth tiene radio relativamente corto y además podemos desactivarlo, pero tanto Android como iOS publicaron enseguida una actualización para solucionar esta vulnerabilidad, por lo que simplemente instalándola nos olvidábamos de ‘bad guys’ que estuvieran cerca y de desactivar el Bluetooth. En otros casos sin embargo, las vulnerabilidades no tienen un impacto tan dramático… por ejemplo, la última versión de iOS 11 para Apple consumía demasiada batería con algunas aplicaciones y tuvieron que liberar una actualización menor 11.0.1 para solucionar este problema. Es decir, que todas las actualizaciones del sistema nos van a producir una mejora en nuestro terminal, algunas invisibles a nivel de Seguridad y otras más perceptibles como en el uso de la batería o en el rendimiento del terminal… sin mencionar otras características como iconos más modernos, nuevos emojis u otras funcionalidades menores, por lo que siempre deberíamos actualizar en cuanto estén disponibles.
Pero… ¿cómo actualizo mi teléfono?
Este proceso es más o menos sencillo pero depende del teléfono que tengas. Por desgracia, los usuarios de Android tienen una dura batalla en este sentido ya que los móviles Android no se actualizan tanto como deberían. Explicándolo un poco rápido, cuando Android libera una nueva versión, son los fabricantes de los teléfonos (LG, Samsung, Sony, Huawei, BQ, …) los que deciden si mandan la actualización a sus teléfono o no… y en la mayoría de las ocasiones, suponen que sus teléfono no van a ser capaces de mover con soltura la nueva versión del sistema, por lo que los usuarios se quejarán de que sus teléfonos van lentos, así que deciden no lanzar a teléfonos con más de cierto tiempo estas actualizaciones. En el mundo real, esto significa que sólo los teléfonos con Android que tengan menos de 1 año o año y medio, se van a actualizar. No mola, ¿verdad? Esto nos obliga a cambiar de teléfono durante ese periodo máximo si queremos que siga siendo seguro… ya no que tenga los últimos emojis, sino ¡simplemente que siga siendo seguro! Es un poco preocupante. Esta es la famosa ‘fragmentación‘ de Android que algunas veces se comenta, significa que hay chorropotocientas versiones de Android por el mundo ya que los usuarios tienen teléfonos más o menos viejos donde han podido instalar más o menos actualizaciones del sistema.
A esto hay que añadir otro problema. En ocasiones, una empresa que desarrolla una App (por ejemplo WhatsApp) considera que su aplicación ya no debe funcionar en versiones anteriores a una dada, por lo que si tienes un teléfono por ejemplo con Android versión 3 (vamos por la versión 8 en el momento de escribir esta entrada) ya no puedes utilizar WhatsApp porque esa versión de Android no implementa las medidas de seguridad mínimas que exigen las aplicaciones hoy en día.
Con iOS la cosa es más sencilla. Tened en cuenta que Android fabrica un sistema operativo que es instalado en un montón de fabricantes de teléfonos distintos, con distintos componentes, distintas cámaras, distintos procesadores… y tiene que funcionar bien en todos ellos. Por el contrario, Apple tiene que fabricar un sistema operativo sólo para sus teléfonos, los cuales conoce a la perfección, y esto les permite crear un sistema operativo que se mueve con soltura en sus terminales y que no hace que el teléfono vaya más lento… siempre dentro de un límite razonable, claro. Por ejemplo, mi amigo César tiene un iPhone 5S de 2013 que se ha actualizado perfectamente a la última versión del sistema operativo de Apple (iOS 11), por lo que aun tiene un teléfono perfectamente actualizado durante un año más… 5 años con el mismo teléfono disfrutando de las últimas actualizaciones de seguridad y las últimas funcionalidades del sistema operativo. ¿Alguno de mis lectores tiene un Android con 5 años que se siga actualizando? Ni siquiera los teléfonos fabricados por Google directamente se actualizan cuando tienen más de 3 años.
Si tenemos la suerte de recibir una nueva actualización del sistema en nuestro teléfono, nos aparecerá directamente el mensaje para descargar e instalar esta nueva versión. Este proceso lleva un rato porque hay que descargar varios cientos de megas y porque hay que instalarlo después en el teléfono, por lo que os recomiendo que lo hagáis conectados a una Wifi y con el cable de carga enchufado. Aun así, si sólo tenéis disponible 4G y tenéis una tarifa de datos suficiente, yo descargaría la actualización mediante 4G. En cualquier caso, nuestro teléfono nos mostrará un mensaje parecido a este:
Y después de descargar el paquete de actualización, el teléfono se reiniciará e iniciará la instalación mostrándonos una pantalla negra durante el proceso:
Pocos minutos después, disfrutaremos de la nueva versión del sistema operativo y, sobre todo, de las nuevas mejoras invisibles en Seguridad que nos permitirán seguir teniendo un teléfono completamente seguro.
Así que ya sabéis, una vez terminada de leer esta Entrada, ¡todos a comprobar si tenéis la última versión del sistema operativo y a actualizar en caso contrario!